En busca de mi identidad

El Conde dejó que él le quitase la espada. Estaba demasiado cansado como para interferir en éso. Pero cuando trató de atravesarle la garganta, el Conde se movió ágilmente hacia un costado, y agarró a su contrincante por el brazo, aprovechando su misma fuerza para mandarlo lejos.

- ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHH!!!

Los músculos de Gremor adquierieron una mayor fuerza, y desapareció y reapareció ante Vergil. En seguida, le dio un golpe en el estómago, golpe en el cual simplemente usó todas sus fuerzas y fue de una brutalidad tan grande, que se hizo un cañón muy profundo en el lugar de los ehchos. El Conde cayó al suelo, completamente exhausto mientras trataba de levantarse. Tenía que seguir luchando... por Kira.

Gremor estaba realmente exhausto, y tenía algunas heridas que no habían cerrado. Dificultosamente se levantó, aún con la respiración muy acelerada. En seguida, caminó como un ebrio hacia Vergil, y terminó nuevamente en el suelo a unos pasos de ambos. El Conde se arrodilló (No pudo levantarse) y miró a Vergil a los ojos mientras tenía una mano en su hombro herido de la batalla anterior.

- Sacrificaré... - Le dijo débilmente. - ...mi vida si es necesario... y sabes que lo haré... y me llevaré... parte de tí conmigo antes de descender y formar parte de la nada.

El Conde soltó una pequeña lágrima de sus ojos. Pero se la secó de inmediato. Debía evitar expresar sus sentimientos a sus enemigos, lo más posible. Pero ahora tenía los ojos rojos por las lágrimas, y tenía un nudo horrible en la garganta. Se sentía demasiado angustiado, para él, una nueva forma de dolor.

- En todos mis años, es la primera vez que estoy dispuesto a morir por algo que no sea la muerte...

Le dijo de pronto, mientras comenzaba a sonreír débilmente, y alzaba su mirada hacia él.

- ...¿Acaso éso está... mal? Millones en el mundo, muriendo por dinero... hambre... frío... y yo aquí, muriendo de amor, a pesar de que la maldad en sí niegaría mi propio parecer y me castigace con todas sus fuerzas... no puedo sentir más que orgullo en éste momento...

Su voz era gutural por las lágrimas que querían escapárseles, pero se contuvo, y miró firmemente a Vergil, esperando la resolución final. Sea como fuere, Gremor lucharía contra él, sin importar el resultado.

El Conde simplemente bajó la mirada ante todo lo sucedido, y acarició los cabellos de Kira. Cuando Vergil se fue, el Conde murmuró algo en voz muy baja, tanto que apenas él se escuchó a si mismo.

- Y me dijo a mí sencible... débil... desperdicio... tenía tanto poder, pero no pudo contra el poder de una lágrima... el poder... de lo verídico e importante... ¡Soy un tonto!

Tomó a Kira en sus brazos y comenzó a flotar por el desierto mientras pensaba seriamente sobre sus nuevas definiciones ideológicas.

- ¿Aún soy malvado? ¿Creo en la maldad? Por qué... ¡¡¡POR QUÉ HABRÉ SALIDO TAN SENCIBLE!!!

Lanzó a Kira al suelo desde un par de metros de altura y en seguida, se posicionó sobre una duna... y desde allí, pudo observar una casa... ¿Sería prudente investigar?

El Conde le dio un codazo hacia atrás a Kira en el estómago, que seguramente, la dejaría sin aire. El Conde estaba muy molesto consigo mismo. Ya no era tiempo de seguir así, debía encontrar alguna respuesta... como fuese pero debía hacerlo.

- Apuesto que sólo estás conmigo, porque estás obligada a hacerlo. ¿Crees que no me he dado cuenta? Sí, yo estaba solo y necesitado. Es posible que hayas logrado opacar parte de ése dolor... pero ahora me he dado cuenta de mi terrible error... el tener una debilidad, es el camino a la derrota... ¡¡¡Y jamás me derrotarán!!!

Impulsó una onda expansiva débil con su grito, y empezó a apretar los puños, mientras seguía de espaldas desde la perspectiva de Kira. El Vampiro estaba furioso, pero seguía inmutable en su posición. Se podía oler ansias de sangre en el aire... Gremor quería su respuesta... y reflexionaba sobre qué sería lo mejor por hacer.

- ¡¡¡AAAAAH, CON QUE YO TENÍA RAZÓN!!! ¡¡¡CLARO, AHORA TE VAS, ME ABANDONAS, Y ME DEJAS AQUÍ, AL IMBÉCIL, DÉBIL, VOLVIÉNDOSE LOCO CON SU SUFRIMIENTO!!!

Gritó el Conde, justo antes de que se fuera por el portal. Se rodeó de un aura tan oscura, qe ya no se veía la figura de Gremor. En seguida, comenzó a golpear el suelo, haciendo grandes estruendos y sacudidas de arena, haciendo varios agujeros.

Se lanzó a la arena en seguida, de rodillas comenzó a lanzar arena al aire con sus manos mientras gritaba tan fuertemente, que se oiría por todo el desierto fácilmente.

- ¡¡¡GRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGH!!!

Con la respiración acelerada y las manos tiritantes, el Conde sacó su daga de su pecho, y en seguida, comenzó a cortarse las venas de la muñeca mientras se empapaba con su propia sangre.

- Vergil... ¡¡¡MALDITO DEMONIO, POR QUÉ NO ME MATASTE!!! ¡¡¡POR QUÉEEEEEEEEEEEEEE!!!

Comenzó a jalarse los cabellos mientras reía de una forma entre amargo e ilógico, cayendo en una... oscura locura de la que difícilmente saldría. Vio los alrededores y comenzó a reír maniáticamente porque sí, y porque no al mismo tiempo. Reía de su propia desgracia, reía de la miseria, reía de la existencia, y de que no podría suicidarse aunque lo quisiera.

- Es una broma... todo ésto es... una jodida y estúpida... broma... hmhmhmhmhm... ¡WUAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!

Cayó de espaldas al suelo, muerto de la risa mientras se seguía cortando las venas. Tal parecer, había perdido la razón.

El Vampiro se quedó ahí, mirando el cielo con una larga sonrisa en el rostro.

- ¿Locura? ¿Regresaste? ¡No, mi estimada, yo no estoy loco!

En seguida se levantó ágilmente y comenzó a husmear a Kira con cierta violencia en su modo de actuar.

- No, tú no regresaste por mí. Tú regresaste por ti misma. ¿Acaso no es gracioso... ver a tantos adolescentes e hipócritas referirse al amor como algo ajeno a su persona? Essssss... ¡Rídículo! Es como... es como... ¿Te acuerdas cuánto dije yo que te amaba? ¡Oh, yo mismo fui mentiroso! ¿Abrazos? ¡Jajajajajajajajaja! ¡Muaaaaaaaajajajajaja! ¡Todo es tan sátiro! La ninfómana, dejará de serlo cuando sea anciana... ¡Con privilegios aristocráticos impulsados por los soñadores que un día ansiaron su carne! Y todo sigue girando, señores, sigue girando... y... y... y todo sigue un cause TAAAAAN ridículo... ¡Y fíjate que todo ésto me acabo de dar cuenta sólo por sentir un poco de amor! ¿Te das cuenta que no es rosadito como pensamos? ¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJA!!!

El Conde le levantó el vestido a Kira rápidamente y le dio una palmada en su posterior mientras seguía caminando alrededor de ella.

- ¿Y qué me dices del respeto? ¡¡¡Muero de risa!!! ¡¡¡Si nosotros conseguimos cierta "estabilidad social", haciendo negar nuestros propios impulsos, los que nos amntuvieron en vida en la santa ignorancia, que ahora ansío tanto!!!

En seguida, el vampiro se serenó, y le dio la espalda a Kira, y dio un par de pasos, alejánose de ella.

- ¿Y qué te queda ahora? ¿Me seguirás por el supuesto amor que sientes por mí? ¿Amor? ¿Sabes lo que es eso?

Giró su cabeza hacia ella, y le dio una mirada muy penetrante.

- ES SUFRIMIEEEENTO....- Dijo lentamente, con una voz gutural. En seguida comenzó a caminar, alejándose lentamente de ella mientras daba vocanas de risa de vez en cuando.

El Conde le dirigió una mirada despectiva. En seguida siguió caminando por la arena mientras reflexionaba con los brazos cruzados.

- Eres una tonta... eres una tonta...

Susurraba. Él sabía que ella podría escucharlo. Siguió caminando sin un rumbo fijo.

- Desolaciones... soledad... ¿Acaso no estamos solos todo el tiempo? Sufrimiento...

El Vampiro solo susurraba palabras incoherentes y no contestó las palabras de Kira. El sol estaba próximo a aparecer, y ya estaba ameneciendo. Al Vampiro no le preocupaba, pues a diferencia de la mayor parte de los vampiros, a él no le afectaban los rayos solares.

Gremor se dirigía hacia al extraña casita que había visto anteriormente. No prestaba ni la menor atención a Kira, le daba lo mismo que lo siguiese o no, ya no era relevante en ésos momentos. Se posó nuevamente sobre la duna, y sus ojos despedían energía maligna. Podía ver al interior de la casa a tres individuos pero... ¡¿Akroma?!

- Vaya, vaya, vaya... una cara conocida élfica. Sí, ése muchacho... siempre vi un poderoso potencial en él. ¡Wooow! Una bella señorita está con él. Y el tercero... no logro reconocerlo... pero es fuerte... muy fuerte... es posible que represente un reto.

Gremor comenzó a flotar, bajando la colina hasta posicionarse frente de la casa. Por precaución, hizo disminuír su poder maligna para no despertar sospechas de su presencia. Comenzó a olfatear... tal parecer, se disponían a desplazarse. Se quedó contra la pared mientras pensaba...

- "Me he visto rodeado de una bondad repugnante. Es hora de volver a la crueldad que tanta felicidad me ha traído todo éste tiempo... Hmhmhmhmhm... vaya, ya estoy sintiendo lástima por ellos..."

Off: La razón es muy simple: ¡No, Nini, tú no!

On: El Conde le miró directamente a los ojos mientras sonreía.

- Pero si el mundo entero es un lugar lleno de prostitutas, y presas fáciles.

Le dijo con un tono agraciado. En seguida, comenzó a caminar hacia él, y sin titubeos ni nada, comenzó a caminar a su alrededor mientras acariciaba los cabellos del joven elfo, seguramente, una presa demasiado fácil en éstos momentos.

- ¿No debería usted estar tratando de ser alguien por la vida? Al menos, su maestro logró algo ésta noche, pero usted, se ve refrenado en una juventud rodeada de gente mayor y más capaz que usted. ¿Éso no le hace enfadar, mi joven Akroma?

El Conde sacó de su bolsillo algunos cabellos de Eliza, y se los entregó en la mano, mientras contenía las risas.

- ¿Reconoce de quien son éstos cabellos? Seguramente de una persona muerta pero infiel... ¿Qué opinas, estúpido? ¡Muajajajaja!

En seguida, le dio un empujón que seguramente le haría caer hacia atrás, provocándolo.