...Ruido...

- ¿Que no me acerco a tu naturaleza? ¡Tú mismo lo acabas de confirmar! Y créeme que aquello es algo que repudiarías con el tiempo, déjame ser yo quien te lo diga. Hmhmhmhm...

La cruz fue deshecha, pues las fuerzas oscuras del aura, eran más potentes y con la capacidad de contrarrestar efectos luminosos, en especial angelicales. Para comenzar, hizo algo simple: De los ojos, comenzó a dispararle unos lásers que atravesarían cualquier material si se interpusiese en su camino.

Gremor le miró a lo alto, y se encogió de hombros.

- Pues vale, si te vas, acabaré con el resto de las personas del centro comercial. ¿Qué te parece? Un par de vidas a cambio de decenas de ellas. Un trueque justo, diría yo. ¡Hmhmhmhmhm!

Alzó sus manos hacia el resto de las personas, las que comenzaron a elevarse alto, tal las anteriores. En seguida, miró al ángel alzando las cejas una y otra vez, y le sonrió.

- Tú decides...

Gremor alzó una ceja al ver que su amada le protegía del ataque de aquel desconocido. Ciertamente, los poderes del muchacho no suponían amenaza alguna para la integridad del vampiro pero aún así, nunca había recibido ayuda durante un combate. Éso lo conmovió unos momentos, y volvió su mirada hacia al ángel, pero le habló a Kira.

- Querida, puedo sentir unos celos asesinos en tu interior. Hmhmhmhm... pero déjame apuntar que mis intenciones no radicaban a la presencia de Barasuishou, y ha sido una simple coincidencia. Pero si así lo deseas, puedes asesinarla. Por mí, ya no hay ningún problema.

Si Gremor alguna vez sintió afecto por ella, ciertamente había desaparecido. Kira había ocupado cada pedazo de su negro corazón, y él sabía que Kira en el fondo, odiaba a Bara. Una muerte más, una muerte menos, ya no importaba. Pero tenía aún a las personas en su poder...

- ¿Sabes qué? - Dijo refiriéndose al ángel. - Toda ésta gente... creo que estorbarían nuestra batalla. Viéndolo desde ése punto de vista... - Cerró los puños, y una segunda lluvia de sangre y cadáveres, cayeron sobre todos los presentes. El Conde sonrió. - Mejor, ¿Verdad? Hmhmhmhm...

Dio un salto hacia Neku, posicionándose frente él, viéndole directo a los ojos, seriamente.

- Y tú, pequeño gusanillo, si no quieres perder la vida, será mejor que te largues de aquí. Pero para que captes mejor el mensaje... - Gremor le dio un golpe en el estómago tan veloz y brutal, que como mínimo le haría vomitar sangre a Neku, y dejarlo sin respiración un par de minutos. El Conde se rió, y en seguida volvió con el ángel.

- Puedo ver que tus habilidades, incluso podrían ser superiores a las mías. ¡Pero me encantan los desafíos! ¿Por qué no comienzas tú? Aquí entre caballeros, le suerte de la guerra es irrelevante ante los pactos consotudinarios. Por favor, ataca tú primero.

Gremor juntó sus manos directamente hacia el ataque del ángel, haciendo un escudo de energía maligna, pero se rompió al colisionar, despidiendo un haz que expulsó al Conde unos pocos metros hacia atrás.

- Interesante... - Dijo mirándole estudioso.

En seguida, comenzó a correr hacia él rodeado de un aura oscura pero antes de llegar, detrás de Gremor aparecieron cuatro más idénticos a él, los que saltaron hasta dejar rodeado al ángel. Todos comenzaron a golpearlo usando en sus puños energías malignas para poder efectivamente, dañar al ángel.

Después, uno de ellos se separó y comenzó a cargar energía.

- AAAAAAAAAAAaaaaaaaaaaaaAAAAAAAAAAAaaaaaaaaahhhhhhhhHHHHHHHHHhhhhhhhh....

El suelo empezó a resquebrajarse.

Gremor fue atravesado por el poder de Tri-Edge, y cayó al suelo ensangrentado. Sin embargo, de pronto, del suelo en donde se encontraba el ángel brotó una gran cantidad de energía maligna, impulsándolo hacia arriba y capaz de desintegrarlo pues aquella energía, era monstruosamente poderosa.

- (Vaya... con todas mis peleas recientes, me he vuelto muy poderoso sin tan siquiera notarlo...)

Pues uno de los condes, seguía en el suelo tras la ráfaga y era el verdadero. Tenía una mano apoyada en el suelo por lo que fue capaz de realizar el ataque. Luego, saltó velozmente hacia el ángel, sea donde sea que se encontrase y comenzó a darle una serie de cortes acompañados de energía oscura una y otra y otra vez con una velocidad capaz de igualar la del ser divino. En seguida, expulsó una gran cantidad de energía para expulsarlo hacia atrás y comenzó a lanzarle bolas de energía maligna con su mano izquierda, haciendo varias explosiones.

- ¡¡¡GRAAAAAAAAAAAAAAAAAAGH!!!

Debido al rayo recibido, Gremor aterrizó de rodillas en el suelo con la respiración acelerada y un poco de humo saliendo de sus ropas. En seguida se levantó y recibió las llamas de Neku. El vampiro miró a Neku con un odio que haría retroceder hasta al más bravo de los guerreros.

- Sagrado... sagrado... sagrado... ¡¿Acaso no sabes que éso es un concepto para justificar más muertes y guerras entre los que precisamente, NO SOMOS SAGRADOS?! Aparte de ser un debilucho, eres un estúpido.

El fuego seguía estando ahí, pero el vampiro no sufría ningún daño, pues su esencia en sí, no era vampirezca sino demoníaca. En seguida, vio al ángel, incitándolo a atacarlo. Dio un par de pasos al frente y le miró desafiante. Podía sentir un peligro mortal ante el puño de Tri-Edge, pero éso no lo detendría. Simplemente disfrutaba luchar, y así se moriría.

- Entonces... pongamos a la práctica a Lúgulbre, filósofo demónico... - Susurró. En seguida, alzó sus manos hacia el ángel y comenzó a rodear el ambiente de energía maligna.

- AAAAAAaaaaaaaaAAAAAAAAaaaaaaaahhhh... - Todo comenzó a oscurecerse. Alrededor del fuego azul, comenzó a concentrarse mucha energía maligna, que luchaba contra ella para apagarla. Comenzó a hacer mucho frío...

Gremor abrió muy grandes los ojos...

- No... puede ser... - ¿Cómo era posible que las energías luminosas fuesen más poderosas? El martillo del mal, siempre cae con mayor fuerza sobre todo el universo... pero claro, el bien puro, es una energía mucho más poderosa. Gremor entonces, cerró sus ojos sonriendo. El fuego pasó a través de él, y al cesar, ya no se encontraba ahí, dejando solo al ángel...

Pero el vampiro sólo se había atenido disperso a través de todo el ambiente pero de una forma imperceptible debido al perfeccionamiento de su técnica de teletransportación. Apareció justo detrás del ángel y le clavó sus palmas en la espalda muy velozmente, pues sus manos estaban llenas de poder maligno, capaz de atravesar la carne divina de él. Entonces, tras estar clavado a él, comenzó a absorber todo su poder luminoso mientras lo forcejeaba.

- ¡Quédate quieto, maldito! ¡Gh!

El pilar alejó a Gremor, y miró con cara de enfado a Bara, expresión que podría traerle muy malos recuerdos y sensaciones....

- ¡Tú, cómo te atreves! ¡Por qué nunca puedo pelear a gusto! ¡Será mejor que me deshaga de las molestias!

En seguida, Gremor voló hacia Bara y la tomó del pelo y emprendió vuelo hacia arriba muy alto. En seguida la lanzó contra el techo el cual se rompió, y el Conde la siguió hasta el exterior. Bara cayó en un bosque cercano al lugar, y sólo se veían árboles alrededor.

- ¡Sólo tú y yo, maldita! - Gritó con enfurecimiento.

- ¿Abusivo? ¿Aprovechador? Un trato, al igual que el amor, se hace entre dos.

Le dijo seriamente. En seguida, alzó una palma hacia ella y de pronto, Bara se vio paralizada. No podía mover sus piernas pero sí sus brazos y cabeza, el torso en general. El conde de a poco, atrajo su palma hacia sí mismo y en consecuencia, Bara comenzó a caminar hacia él, contra su voluntad. En seguida alzó su otra palma hacia ella, reteniéndole las manos para que no hiciese alguna técnica.

- Eres mía... hmhmhmhm...